sábado, 9 de marzo de 2013

Bienvenidos a la página oficial del Proyecto Arqueológico Teuchitlán



El Proyecto Arqueológico Tecuhitlán (PAT) es un esfuerzo conjunto de colaboración que involucra al Centro de Estudios Arqueológicos de El Colegio de Michoacán (Colmich), la Secretaría de Cultura del Estado de Jalisco, y el gobierno municipal de Teuchitlán (Jalisco). Los apoyos financieros y logísticos para el PAT proceden de estas 3 instituciones. El personal profesional del PAT pertenece al Colmich, aunque un gran número de arqueólogos de otras instituciones y países han participado en las excavaciones. El PAT cuenta con el apoyo de varios grupos civiles, especialmente el de Guachimontones y Naturaleza A.C.

El enfoque geográfico de la investigación es la rica zona de valles y lagos que rodean el Volcán de Tequila, en el sector del centro/oeste del estado de Jalisco. Dentro de esa zona, los primeros experimentos de un modo de vida civilizado y urbanizado se desarrollaron en la zona occidental del sistema mundial Mesoamericano. Hemos llamado a este primer experimento de organización social compleja como “Tradición Teuchitlán”, tomando el nombre del poblado actual que se encuentra cerca del más grande y monumental recinto de la Tradición: Los Guachimontones. Su etapa inicial data del año 800 a.C. (antes de Cristo, es decir, que inició hace alrededor de 2,800 años) y duró hasta el 450 d.C. (después de Cristo, esto es, terminó hace aproximadamente 1,550 años). El grado máximo de desarrollo cultural y de complejidad social se alcanzó entre los años 350 a.C. y 350 d.C. Durante este periodo, el urbanismo fue acompañado de una característica arquitectura ceremonial circular, única en el repertorio mundial arquitectónico, la construcción de un vasto sistema de cultivo de humedad (o chinampas), canchas monumentales de juego de pelota, grandes tumbas de tiro para las elites del sistema social, explotación de la obsidiana a escala industrial y una especialización artesanal en la elaboración de figurillas, objetos de concha, obsidiana y cerámica. El urbanismo fue organizado alrededor de un sistema jerárquicamente organizado de barrios, cada uno de los cuales tenía recintos ceremoniales y zonas residenciales de diversos tamaños.

Aunque el núcleo de esta temprana civilización se restringió al área que rodea al Volcán de Tequila, el sistema social fue expansivo. Su peculiar arquitectura puede ser observada a lo largo del estado de Jalisco, Nayarit, centro/sur de Sinaloa, sur de Zacatecas, norte de Michoacán, Guanajuato y Colima. Esta expansión territorial es impresionante y equivale en tamaño a las expansiones de otras civilizaciones tempranas dentro del sistema mundial Mesoamericano, como los Olmecas (parcialmente contemporáneos a Teuchitlán) y el sistema Teotihuacano (ligeramente más tardío). La Tradición Teuchitlán, sin embargo, no recibió influencias del centro ni del este de Mesoamerica y hay muy poca evidencia (y en ocasiones ninguna) de contactos con aquellas zonas aunque existen elementos iconográficos compartidos, los cuales son universales dentro del sistema mundial. La Tradición se perfiló hacia el Océano Pacífico, y sus contactos provienen de esa costa. Todas estas características y temas serán discutidos con detalle en diversas secciones de este sitio web.

Entre los logros del PAT cabe señalar el registro e investigación de un temprano brote de civilización dentro del sistema mundial Mesoamericano, marcado por sus brillantes logros culturales reflejados en la arquitectura, las figurillas, la cerámica y otros artefactos. Seguir afirmando que el occidente de México no tuvo culturas complejas y que su desarrollo comenzó en el año 900 d.C. gracias a las influencias del Centro de México, es repetir una vieja visión, ahora convertida en un simple dogma que sencillamente no puede continuar, ya que la abrumadora evidencia demuestra lo contrario.

Con aproximadamente 250,000 visitantes anuales a los Guachimontones (de los cuales cerca del 30% son turistas extranjeros), y la construcción de un nuevo Centro Interpretativo (véase la sección de este Centro en este sitio), el estado de Jalisco ha desarrollado un recurso cultural del que puede estar verdaderamente orgulloso, permitiendo a su población, y a todos aquellos que deseen visitar este antiguo recinto, un vistazo hacia los orígenes de la civilización en el occidente de México.

Ignacio Bernal y Garcia Pimentel, Pilar de la arqueologia mexicana



OAXACA, México, feb. 14, 2013.- Ignacio Bernal y García Pimentel (1910-1992), considerado uno de los pilares de la arqueología mexicana del siglo XX y responsable de su proyección en el plano internacional, académico, gestor cultural y formador de varias generaciones de arqueólogos, es recordado a 103 años de su natalicio, con la edición de un libro presentado este miércoles en el Museo de las Culturas de Oaxaca.

Homenaje a Ignacio Bernal (2012), es el título de la que representa la primera obra que recapitula -a través de doce ensayos- las contribuciones a la arqueología no solo de Oaxaca sino de todo México, y sus facetas diplomática y personal.

El libro, editado por Nelly Robles García, investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), recoge las reflexiones expuestas en el simposio realizado en 2010, con motivo del centenario del nacimiento del notable arqueólogo.

Dicho foro reunió a especialistas de varias instituciones dedicadas al quehacer científico procedentes de México, Argentina y Estados Unidos, ?para homenajear a quien fue la mano derecha de Alfonso Caso, y que hizo destacados estudios de la cerámica de Monte Albán, y que en base a ese material estableció una cronología que actualmente se sigue utilizando para ubicar en el tiempo a esta antigua civilización zapoteca?, explicó la doctora Robles García.

La labor de Ignacio Bernal, añadió, también destacó por la exploración y puesta en valor de diversos sectores de la Zona Arqueológica de Teotihuacan, en la década de los 60; además de la publicación de cerca de 280 libros, artículos y guías, entre otros, testimonio de su incansable interés por las civilizaciones mesoamericanas.

En esta obra, Nelly Robles García compila junto a un texto de su autoría, las colaboraciones del hijo del académico, Carlos Bernal (ITAM), y de los investigadores del INAH: Eduardo Matos Moctezuma, José Arturo Oliveros Morales y Marcus Winter; Ronald Spores (Vanderbilt University), Stephen A. Kowalewsky (The University of Georgia), Luis Barba Pingarrón (UNAM), Emily McClung de Tapia (UNAM), Daniel Schávelzon (Universidad de Buenos Aires), Patricia Plunket Nagoda y Gabriela Uruñuela y Ladrón de Guevara (Universidad de las Américas Puebla) y Mari Carmen Serra Puche (UNAM).

El libro se divide en tres secciones principales: la primera trata de Ignacio Bernal como profesional, diplomático y padre de familia; la segunda aborda sus aportes a la arqueología y su papel en la creación del Consejo de Arqueología del INAH, y la última da cuenta de su labor institucional como gestor de políticas culturales.

El primer apartado, entre otros temas, muestra la trascendencia de su trayectoria como arqueólogo en Oaxaca y México, la investigación en el sitio prehispánico de Yagul, los recorridos sistemáticos en el Valle de Oaxaca, así como su carácter docente mediante la formación de jóvenes arqueólogos.

La segunda sección de la publicación da cuenta de su paso por la Mixteca oaxaqueña, además de la exploración en Dainzú, sitio donde realizó sus últimos trabajos. Y finalmente su distinguida labor institucional, papel que le valió el reconocimiento como uno de los grandes intelectuales de la vida política y cultural del siglo XX.

Entre los cargos que ocupó destaca la dirección general del INAH (1962-1968 y 1970-1976), y la titularidad del Museo Nacional de Antropología (1970-1977), ?digamos que ocupó todos los cargos posibles en el área cultural?, refirió la arqueóloga Robles García.

"Además de una mirada a la trayectoria de Bernal, este libro contiene un acercamiento a una faceta más intima, lo cual fue posible con apoyo de su hijo Carlos, que nos permitió conocer a una persona íntegra y equilibrada, un visionario con gran pasión por la arqueología, sentimiento que contagió a su familia, y que es narrada por su primogénito que lo acompañó a diversas exploraciones que dirigió en Oaxaca.

"Es la primera ocasión que abordamos la faceta personal; en dicha investigación pudimos conocer la gran cantidad de medallas y reconocimientos nacionales e internacionales otorgados a Bernal, hijo de un diplomático mexicano y quien en su juventud se dedicó a recorrer el mundo", explicó Nelly García.

Incluso con sus fotografías y objetos personales ?agregó-, el INAH montó una exposición temporal en 2010 como parte de su homenaje, misma que se exhibió en la capital de Oaxaca y en Guadalajara, Jalisco, bajo el título Ignacio Bernal: Protagonista de la arqueología mexicana del siglo XX.

El libro Homenaje a Ignacio Bernal maneja un lenguaje entendible para todo público, los investigadores contaron en palabras sencillas su experiencia y visión sobre el arqueólogo, texto que puede ser de gran utilidad tanto para un estudioso en la materia como para cualquier persona interesada en la riqueza cultural de México.

Zona Arqueologica de Paquime Chihuahua

Paquimé es una zona arqueológica de la Cultura de Paquimé, esta localizada aproximadamente a 350 km al noroeste de la ciudad de Chihuahua, en el estado de Chihuahua, México y a medio kilómetro del poblado de Casas Grandes. Esta zona arqueológica fue nombrada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1998.

Fue un asentamiento prehispánico que influyó en el noroeste de la Sierra Madre Occidental; la mayor parte del oeste deChihuahua y algunas áreas de los estados de Sonora, Arizona, Utah, Colorado y Nuevo México. Los investigadores calculan que la población probablemente llegó a tener unos 3500 habitantes, pero se desconocen su filiación lingüística y étnica.

El sitio es famoso por sus construcciones de adobe y sus puertas en forma de “T”. De su extensión total sólo una fracción está cercada y una menor excavada. Sus edificios tienen rasgos de la cultura de Oasisamérica y demuestra la destreza de los arquitectos prehispánicos de la región.


Piramide de Tikal de origen maya y el estilo arquitectonico y estilo puk, la apariencia
de esta piramide como se puede apreciar los taludes son lisos y redondeados, separados por cuerpos, y almenas con escaleras y en la parte superior un recinto sacerdotal, de la cltura maya en Guatemala.

Zona Aqueológica de Cacaxtla

Esta zona arqueológica de Tlaxcala es una de las zonas recientemente descubierta por arqueólogos mexicanos y representa uno de los mas importantes hallazgos del país.